miércoles, 4 de mayo de 2011

Primeras sensaciones y emociones

Creo que es buena manera de iniciar este blog con el relato de mis primeras experiencias y sensaciones en Puebla, que en sus orígenes se denominaba "Puebla de los Angeles" ya que se creía que había sido creada por estos. La ciudad se caracteriza por sus múltiples iglesias de la etapa virreinal, aún no he querido entrar a ninguna, pero cuando me atreva os trasmitiré mis sentimientos.

Otra de las grades sorpresas y maravillas del paisaje poblano son los volcanes que rodean la llanura donde se ubica, destacando el Popocatemetl. Os adjunto una imagen muy bonita en la que podemos disfrutar de las cúpulas de las múltiples cubiertas y el volcan.


He de confesar que a pesar de la tremenda ilusión con la que inicie esta experiencia, los primeros días no han sido fáciles; la soledad no es fácil y menos en un país tan alejado de lo que estamos acostumbrados a tocar y disfrutar todos los días. Me resulta muy difícil tener límites para hablar con quien quieres y a quien quieres en el momento que lo necesitas (y eso ocurre muy fácil cuando te separa un océano y una diferencia horaria de 7 horas).

Pero dejemos lo más íntimo para pasar a lo que provoca un país, una ciudad, un bario, una calle y un alojamiento nuevos.

La ciudad presenta unas sensaciones muy dispares; desde un centro muy cuidado y paseable, que se articula entorno al zócalo (plaza central donde se ubican todos los edificios administrativos más importantes) hasta unos barrios en los que los edificios parecen a medio terminar. Los que ya hemos visitado países latinoamericanos estamos acostumbrados a esa patina o superficie de la ciudad, a la que te acostumbras en unos días pero que al principio sorprende.

El primer día (el lunes), como me gusta hacer, me fui andando desde el hotel al centro (que esta a una distancia de 4,5 kilómetros de ida y los mismos de vuelta), allá en el centro el objetivo inicial fue conseguir un callejero digno y completo (después de varios intentos fallidos lo conseguí), lo que me tranquiliza ya que garantiza mi orientación en la ciudad. Para disfrutar del centro, y del plano, me tome un "tarro" de cerveza "clara" en uno de los bares del centro con unos huevos a la mexicana. Cuando pedí estos últimos cometí el primer error, no decir sin nada de picante y le admitir la propuesta del camarero de "con muy poco", pero el muy poco en este país no es lo mismo que para nosotros, que se lo digan a mi estomago!!!!.

El segundo día (el martes) ya me aventure a ir al centro en autobús, en los "Rápidos de San Antonio", toda una experiencia emocionante por la velocidad y formar parte de la vida cotidiana.

Hoy, mi primer día en la Universidad, ya dispongo de wifi en todo el campus, lo que hace posible esta comunicación y las futuras. Mañana, 5 de mayo, es el día grande de la ciudad de Puebla, donde se celebra el único desfile militar de México fuera de la ciudad de México, así que me acercare a ver como los poblanos disfrutan de sus fiestas populares. Si me atrevo haré algunas fotos y os las mostrare en próximas entradas.

Por hoy y para comenzar creo que es suficiente, si veo que esto funciona contad con que no será el último de mis relatos.

1 comentario:

  1. Hola Juan Martín. Que bien redactas, que bonitas fotos...que sentimientos más puros. Uy, ¿estaré siendo objetivo?...jeje. De cualquier forma, no dejes de mostrarnos tus escritos, tus fotos...tus sentimientos. No dejes de enriquecernos

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